viernes, 31 de diciembre de 2010

Blue Man Group - The Complex - The Complex Tour

Star Wars Subway Car

Blue Man Group video featured on "Earth To America!"

Blue Man Group VS White man

Blue Man Group (feat Dave Matthews) - Sing Along

Blue Man Group - Drumbone (Last Call Vegas)

megamix

martes, 30 de noviembre de 2010

La hora de hacer cuentas - Balance de fin de año


La hora de hacer cuentas

Un autotest para ayudarte con una mirada integradora en el balance que, inevitablemente, llega cada vez que el almanaque anda por sus últimas hojas.


29.11.2010

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Josefina Edelstein
El fin de año está a un paso y para muchos es la hora de hacer un balance. Puede que no signifique más que una convención temporal que se renueva cada doce meses y que haya gente a la que le dé lo mismo estar en diciembre que en abril.
Pero seguro que la mayoría percibe en cuerpo y mente el año transcurrido con una buena cuota de cansancio mezclada con sensaciones positivas, moderadas o para el olvido.
"El balance de fin de año es un proceso de autoobservación, de reflexión, una parada en el camino de la propia historia que nos permite, por un lado, al estilo del dios Jano con sus dos caras, mirar lo realizado, lo vivido y generar un cierre de ciertos procesos para dar lugar a otros nuevos, a los proyectos que nos movilizarán el año siguiente", afirma el psiquiatra Nicolás García Galván. "Por otro lado -continúa-, permite un reconocimiento de nosotros mismos, de los cambios realizados y sufridos; es una mirada de la evolución de la propia identidad".
Nuestro balance "aporta información sobre cómo valoramos y consideramos los aspectos de la vida, sobre nuestras pautas de referencia para organizar nuestra conducta y dar soporte a la propia autoestima", explica el psicólogo Marcos Mudra.
En el trance de sopesar "se observan los estilos o tendencias personales al momento de valorar; si vemos medio vaso lleno o medio vacío, si valoramos factores cualitativos o cuantitativos, cuánto consideramos a los demás en nuestro desarrollo y qué imagen personal buscamos alcanzar", precisa.
Sea cual fuere el saldo que resulte de la evaluación, todo año vivido suma aciertos y sinsabores al archivo de nuestra experiencia y da cuenta de la riqueza de matices que supone afrontar el día a día.
Es más, la contabilidad existencial "nos permite sorprendernos y aprender sobre experiencias vividas que no considerábamos relevantes y que han transformado nuestra experiencia o nuestra percepción de la realidad", aseguran los especialistas.
Para averiguar la perspectiva con que se mira lo realizado, va una guía en clave de autoevaluación. Se trata de un test que elaboraron especialmente para Vos, el psiquiatra Nicolás García Galván (MP 23723/7, Certificado de Especialista 10545) y el psicólogo Marcos Mudra (MP 4408) de la Fundación Tranqui.

¿Optimista, moderado o pesimista?
1- Cuando llega fin de año y pienso en mis finanzas:
a) Me siento tranquilo/a si pude llegar cada vez a fin de mes.
b) Reflexiono si progresé o no económicamente y en el esfuerzo realizado.
c) Pienso en los objetivos que me fijé al comienzo del año y que no pude alcanzar.
2- A fin de año:
a) No veo el momento de que lleguen las fiestas.
b) No quiero que el año se termine sin tomarme un tiempo para pensar en lo vivido.
c) Me siento apurado/a y exigido/a, me amarga lo que no pude lograr.
3- Este año que pasó:
a) Ya pasó, importa el que viene.
b) Pasó de todo, aprendí algunas cosas.
c) Fue largo y desgastante.
4- Cuando hago un balance, valoro:
a) Lo que pude conseguir para mi vida, trato de rescatar lo positivo.
b) El camino que recorrí, lo que me permitió y el esfuerzo que me demandó.
c) Observo lo que no pude lograr para luego fijarme nuevas metas.
5- Al terminar el año calendario:
a) Me quiero ir de vacaciones.
b) Miro cómo me siento con lo que he vivido.
c) Me fijo nuevos objetivos.
6- Cuando pienso en lo que fue este año de mi vida:
a) Me comparo con otros "que tienen menos".
b) Valoro mis logros según mi propio desarrollo.
c) Comparo lo realizado con otros "que tienen más".
7- Respecto de mi vida:
a) Mis balances son generalmente positivos.
b) Voy aprendiendo en el camino, tengo fallos y aciertos.
c) Vivo con agobio y sufrimiento.
8- Frente a los problemas que tuve este año y que no pude resolver:
a) Confío en que los resolveré o se resolverán el próximo año.
b) Considero lo aprendido para afrontarlos mejor cuando sea el momento.
c) Me agobian y no dejo de pensar los modos para resolverlos.
9- Al pensar en el tiempo dedicado a mis afectos:
a) Me prometo que el próximo año serán una prioridad para mi vida.
b) Pienso en cómo estuve con mis seres queridos, en la calidad del tiempo compartido.
c) Creo que nunca tengo el tiempo suficiente, siempre hay cosas más importantes.
10- Si me siento cansado/a al llegar el fin de año:
a) Juro que voy a descansar todo lo que necesite.
b) Reflexiono si el esfuerzo valió la pena.
c) Pienso en cómo mejorar económicamente para poder luego descansar.
11- Al pensar en las "sorpresas" que trajo el año:
a) Pienso en las más agradables y evito recordar lo negativo.
b) Valoro lo que aprendí y cómo reaccioné en cada momento.
c) No me gustan las sorpresas, trato de prevenirme para evitarlas.
13- Al mirarme en el espejo y compararme con el año anterior:
a) Pienso en cómo mejorar mi aspecto, el tiempo pasa y hay que cuidarse.
b) Me fijo en cómo me siento con el paso de este año.
c) Me siento más viejo/a y me pregunto cuándo pasó esto.
15- Al pensar en las reuniones o fiestas de cierre de año:
a) Trato de organizarme para ir a todas.
b) Me fijo a cuáles realmente quiero ir y a qué personas quiero ver.
c) No termino de entender qué festejan con tantos asuntos pendientes a resolver.
17- Mi balance de fin de año es:
a) Una lista de lo logrado.
b) Una reflexión y una sensación.
c) Un listado de asuntos pendientes.
Resultados:
Mayoría de respuestas A:
Puede suponerse que usted es una persona optimista, que se esfuerza en poner una mirada positiva sobre sus experiencias, tratando de rescatar de lo vivido los aprendizajes obtenidos. La tendencia es a considerar "lo pasado pisado"; esto es, tomar lo vivido como una plataforma para construir el futuro; la mirada está puesta en lo que vendrá. Evita considerar las vivencias dolorosas o frustrantes y esto implica cierta "inocencia" en su manera de vivir que puede traer como consecuencia, el que no evalúe correctamente los riesgos de sus decisiones o que no se tome el tiempo necesario para resolver los asuntos pendientes o realizar los duelos necesarios por lo que ha perdido. No mirar las tristezas no alcanza para que desaparezcan. Además, en esta mirada positiva, es probable que excluya factores importantes, como valorar si su esfuerzo fue reconocido o recompensado, si el cansancio que le demandó algún trabajo realmente valió la pena, o si, por ejemplo, necesita organizarse de otra manera. En este balance de fin de año le sugerimos que se detenga un tiempo en considerar sus penas, sus tristezas, su agotamiento, las broncas contenidas y las situaciones inconclusas que requieren atención. Es probable que le cueste pedir ayuda y este es un buen momento para aprender a hacerlo, así como para considerar que las intenciones de los demás pueden no coincidir con las suyas.
Mayoría de respuestas B
Sus respuestas indican que usted es una persona que reflexiona de manera crítica y realista sobre su experiencia, que puede valorar su esfuerzo y considerarse a sí mismo en sus necesidades. La experiencia vivida se capitaliza para el futuro y puede confiar en su capacidad para afrontar los desafíos que elija. No esquiva los sinsabores y puede aprender de ellos. No arrastra tristezas o pesares ya que las toma como parte de la vida y acepta que las cosas no son como usted siempre quiere. El balance de fin de año es una oportunidad para aprender y mirarse. Puede correr el riesgo de tomar una actitud demasiado reflexiva que no se reflejará luego en las acciones. Le sugerimos que se oriente por sus sensaciones y confíe en su criterio, como así también que pida ayuda cuando lo necesite.
Mayoría de respuestas C
Puede decirse que usted está enfocado en mirar la parte vacía del vaso. Probablemente sea una persona muy trabajadora o esforzada que se compromete con sus tareas y que se fija objetivos buscando mejorar su situación o la de su familia. Su crítica y autoexigencia lo/la llevan a perseguir metas que nunca son suficientes y que nunca se alcanzan. No hay lugar para reconocerse, para considerarse a sí mismo o incluso para saber qué es lo que realmente necesita, ya que se pasa la vida corriendo una zanahoria que siempre se aleja. La vida se mira como una competencia y las comparaciones siempre le son desfavorables. El balance de fin de año sobre su vida resulta tortuoso y agobiante. Le sugerimos que este año pruebe escribir una lista con lo que faltó, anotando al lado y en la misma proporción lo que logró y luego piense en todo lo que ha aprendido. Sería una buena manera de empezar el nuevo año que se haga un premio por su esfuerzo. Podría también detenerse a mirar qué es lo que realmente quiere para usted y su familia y si el camino que está tomando con sus exigencias lo llevará a buen puerto. Le recomendamos que se ordene con sus tiempos, y que deje espacio para descansar, pasar tiempo con los afectos y divertirse. Es importante que revise su escala de valores dando relevancia a aquellos aspectos de la vida que no pueden medirse, como sentirse querido/a o tranquilo/a.

Para más información:
 Fundación Tranqui, Santa Rosa 930, 1º C. Teléfono: (0351) 4244813 -www.tranqui.org.ar

martes, 8 de junio de 2010

Hoy me tomo el día La necesidad de equilibrar vida personal y laboral del empleado gana presencia en la agencia empresarial.

Hoy me tomo el día
La necesidad de equilibrar vida personal y laboral del empleado gana
presencia en la agencia empresarial.
Fuente la Voz del Interior
Nota publicada en 07/06/2010 seccion Negocios


Contar con horario de ingreso flexible, irse más temprano el viernes,
días libres, licencias especiales y servicios personales como gimnasio
o familiares como guardería son todas prácticas enmarcadas en una
cultura que apunta a conciliar y balancear vida personal y laboral que
van ganando terreno progresivamente en las empresas argentinas.
La tendencia a implementar estas acciones y políticas de conciliación
viene en alza: según un estudio del IAE Business School de Universidad
Austral realizado el año pasado entre 118 empresas del país, las más
avanzadas son multinacionales, pues sus casas matrices bajan programas
de "work and family", diversidad o desarrollo de las mujeres en las
organizaciones. "Pero no sólo se ve en firmas medianas o grandes,
también crece en Pyme nacionales: se trata de entender la empresa como
una comunidad de personas, que tiene que asumir una responsabilidad de
cara a las familias de sus colaboradores", remarca Patricia Debeljuh,
investigadora asociada del Centro Conciliación y Familia del IAE
Business School.
El estudio arroja que el cinco por ciento de las empresas
participantes cuenta con prácticas y programas que propician el " work
life balance " del empleado y pueden ser enmarcadas en una cultura
"familiarmente responsable", en tanto que 17 por ciento cuenta con
ciertas políticas en ese sentido y 78 por ciento recién empieza a
trabajar en ellas. No obstante, al cierre de 2009 quedaron empresas
sin completar la encuesta, entre las cuales algunas quizá no cuenten
con ninguna iniciativa en la materia. Entre las participantes, las
acciones más frecuentes son horario flexible, semana laboral
comprimida, permisos de ausencia por emergencia familiar y calendario
vacacional flexible. También hay un avance en licencias especiales por
adopción, permiso adicional por paternidad, programas de vida
saludable, recreación y visitas familiares.
Por su parte, el área Human Capital de Ernest Young realizó un estudio
a fines de 2009 sobre 125 empresas, referido a tres beneficios que
impactan en el equilibrio personal-laboral: jornada flexible,
guardería, y club recreativo. "Las empresas suelen aplicar estos
beneficios a todas sus filiales: si se implementa en una casa matriz
en Buenos Aires, también se hace en su sede cordobesa", apunta Ernesto
Marzik, director del área.
La jornada flexible se traduce entre una a dos horas diarias respecto
al inicio y finalización. "Muchas empresas no lo tienen como política
formal, pero en la práctica otorgan flexibilidad horaria. Otras,
gracias al avance tecnológico, han comenzado a implementar para
ciertos puestos el sistema home office, trabajar desde casa", explica
Marzik. En cuanto a guardería, se da en diversas modalidades:
instalada en el lugar de trabajo, o con reintegro total o parcial de
gastos si es externa. En general, se establece para madres
trabajadoras y se otorga hasta los cinco años del niño. El club
recreativo se implementa en instalaciones propias o a través de
acuerdos, entidades o complejos deportivos, y se reconoce el costo
total o en forma parcial.
Casos. DuPont viene trabajando internacionalmente desde hace años en
el desarrollo e implementación de políticas de equilibrio, lo que ha
sido reconocido por la publicación "Working Magazine" que este año
eligió a DuPont por 21#176; vez para integrar su ranking de "Las 100
mejores empresas para madres que trabajan". "Nuestros empleados tienen
compromisos tanto en el trabajo como en su vida personal, por eso
implementamos prácticas que apuntan a mejorar ese balance y su
motivación", afirma Silvia Bulla, gerente de Recursos Humanos.
En el país, DuPont fue pionera en la implementación de prácticas como
trabajo flexible (adaptar los horarios de acuerdo con el supervisor) y
home working-home office (la posibilidad de trabajar en forma remota,
que se emplea con más frecuencia (aunque no exclusivamente) para
mujeres con hijos. Otra modalidad es el trabajo a tiempo parcial.
"En diciembre pasado logramos ser la primera empresa argentina con más
de 15 mil colaboradores en obtener la certificación internacional de
Work Life Balance del Instituto Europeo de Capital Social y la
Fundación Compromiso de Argentina", destaca Silvia Forcada, gerente de
Gestión del Talento y Dirección de Capital Humano de Telecom. Algunas
iniciativas que conforman el programa de conciliación vida personal y
laboral del grupo son el teletrabajo, días flexibles (por ejemplo, las
madres pueden tomarse una jornada entre octubre y noviembre para
festejar su día) licencias por paternidad para padres (15 días a
partir del nacimiento o adopción), reintegro de gastos de guardería,
recreación y ayuda escolar.
Conciliación. En Banco Santander Río, las políticas para que los
empleados puedan equilibrar vida personal y laboral se enmarcan en la
conciliación como un eje central de su propuesta de valor desde 2004.
En ese marco, también se realizan mediciones a través del ranking de
"Las Mejores Empresas Para Trabajar" del país, elaborado por el Great
Place To Work Institute (en los últimos tres años, el banco se
posicionó entre las primeras cinco empresas del país).
Los incentivos incluyen actividades para integrar a la familia en el
ámbito laboral, subsidio por guardería, viernes flexible y días por
paternidad. "Además, el banco acordó con varias universidades
descuentos para el personal y familiares directos, y ha codiseñado
programas por los que han pasado más de 2.000 empleados, por ejemplo
con las universidades Blas Pascal y Siglo 21", dice Luis Aragón,
gerente de Gestión y Desarrollo de las Personas.

sábado, 29 de mayo de 2010

Entrevista radial sobre el estrés en vacaciones - AM580

Lic Marcos Mudra
Psicologo de
Tranqui Salud ®

sábado, 20 de marzo de 2010

Guía anti estrés en vacaciones

Fuente Diario la Voz del Interior 12/01/2010

jueves, 18 de marzo de 2010

Guia Practica anti estres

Fuente Diario la Voz del Interior 16/03/2010

martes, 16 de marzo de 2010

HHMI News: Pérdida del factor miedo hace que ratón cobarde se vuelva intrépido

HHMI News: Pérdida del factor miedo hace que ratón cobarde se vuelva intrépido

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HHMI News: Investigadores descubren gen que controla el miedo adquirido

HHMI News: Investigadores descubren gen que controla el miedo adquirido

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Efecto de la emocion placentera

BELLEZA > Risa

La risa, el mejor remedio

Es el antídoto más sano y placentero contra el estrés. Además, mejora la oxigenación y la circulación.

REÍRSE MÁS. La risa es una terapia sencilla y muy saludable.

Josefina Edelstein

Morir de risa. Vaya metáfora contradictoria y, sin embargo, así nos expresamos cuando en forma elocuente queremos transmitir que lo pasamos estupendo y nos sentimos felices.

Tendríamos que ejercitar vigorosamente la risa para no perder la costumbre de generar endorfinas, mover los músculos del abdomen, aumentar el ritmo cardíaco y la circulación arterial y para mejorar la oxigenación y ahuyentar el estrés. Todo esto pasa al reírnos con ganas y por eso sentimos bienestar.

Al reírnos por placer, “entran en juego centros cerebrales evolutivamente inferiores, y al hacerlo por amor, alegría o felicidad, se involucra la corteza cerebral más evolucionada; de allí que la risa sea privativa del hombre”, explica Pablo Cólica, director médico de la Asociación de Medicina del Estrés de Córdoba (Amec).

Estudios ecográficos recientes han mostrado que los bebés sonríen durante la gestación y que llegan a 300 risas diarias a los 6 años. Pero también se sabe que los seres humanos van perdiendo la predisposición a reírse y que algunos adultos sólo exhiben 15 risas al día, mientras que el máximo serían 100. “Este descenso tiene sus consecuencias en la salud y el espíritu”, asegura Cólica.

La risa suele aparecer en forma espontánea, puede ser instantánea e involuntaria y su manifestación motora o verbal puede preceder a la propia emoción o, al menos, ser simultánea. Además, la asociación de recuerdos y sentimientos puede provocar risa. A veces, en soledad, evocamos una situación y largamos la carcajada; otras, empezamos a reír y no podemos parar; también nos contagiamos con la risa de los otros y nos empapamos con sentimientos de alegría. Con las risas estentóreas se mueven alrededor de 400 músculos, incluidos algunos del estómago que normalmente no ejercitamos.

Mente positiva
Al comparar las emociones de los seres humanos con las de los animales, las investigaciones actuales indican que sólo el ser humano es capaz de sentir felicidad. Esto está vinculado con el desarrollo de su cerebro, ya que las emociones positivas como alegría o risa son cognitivamente más complejas que las emociones negativas, mucho más primitivas, como la tristeza o el enojo.

En el camino de la evolución, habríamos aprendido que la alegría y la felicidad, son metas a alcanzar y que la posibilidad de ser felices estaría relacionada con la capacidad social de las personas de tener placer y de resolver conflictos.

“Cuanto más uno sepa solucionar problemas en armonía y equilibrio consigo mismo, tanto más feliz será”, indica Cólica. “Esto nos exige, naturalmente –continúa el especialista– un desarrollo de nuestras capacidades emocionales, para agudizar nuestros sentidos externos e internos”.

Así las cosas, tener buena vida implicaría prestarle más atención y dedicarle tiempo al desarrollo de la inteligencia emocional, antes que seguir pensando en la racionalidad del éxito, un concepto impuesto que convendría revisar.

Sinergia con el universo
Pablo Cólica explica que “la naturaleza de los seres humanos no es sólo neurobiológica ni psicobiológica”; que no somos un complejo de cuerpo-mente aislados. Mucho más que eso, la existencia de las personas “está relacionada e interactúa con el ambiente y con una dimensión que llamamos espiritual y que se relaciona filosóficamente, con lo que algunos definen como la energía universal”. Por lo tanto, “no podemos quedarnos en la soberbia simplista de pensar que somos máquinas biológicas, o sea, animales evolucionados mediante sucesivas mutaciones”.

Para ser felices
Según algunos autores, las cuatro condiciones determinantes para ser felices son: la autonomía, la competencia (sentir que se es asertivo en las actividades que se emprenden), establecer vínculos sanos con otras personas y la adecuada autoestima.

Luego vendrían la determinación (tener metas propias), las condiciones físicas, y sólo en último lugar aparecen la popularidad y el dinero.

Otros dicen que la felicidad depende del equilibrio entre las aspiraciones y los logros en cada dominio de la vida y de una correcta evaluación propia (no ajena ni del entorno) de esa ecuación.

También se sostiene que los momentos de felicidad son aquellos que anticipan a los logros.

Anunciamos la participación del Lic Marcos Mudra en la Siguiente Nota

BELLEZA > Estres

Larga vida a la memoria

El estrés y las autoexigencias ponen a prueba la salud y afectan nuestro “disco duro”. Pautas contra la alta presión.

STRESS. Afecta nuestra capacidad de memoria.

Josefina Edelstein (Especial)

Las vacaciones parecen cosa de un pasado remoto... No sólo eso; mucha gente ya vive con agobio el presente y todo lo que le queda por delante en el año. Pero antes de aceptar la situación como algo natural y sin remedio, es posible replantearse las actividades, los tiempos y objetivos, incluyéndose a uno mismo como variable, para que las circunstancias no nos pasen por encima.

En general, la sensación de agobio es producto del estrés, que se percibe como cansancio, fatiga, agotamiento e incluso, por reacciones desmedidas de ira, miedo o rechazo. Cuando el estrés es crónico, las personas pierden en forma progresiva su capacidad de rendimiento y una de las alertas típicas es la falla de la memoria.

El trabajo y el estudio son dos ámbitos en los que las exigencias se ven claramente y, por lo tanto, es allí donde se ubican las causas del estrés, aunque son varios los factores que pueden estresar y en esto es determinante el nivel de autoexigencia y el significado que se les otorgue a hechos puntuales.

Así, “ciertas situaciones particulares no tendrán mayor relevancia para algunos y resultarán críticas para otros”, explica el psicólogo Marcos Mudra.

Por lo tanto, según señala el médico Pablo Cólica, hay que diferenciar el estrés como proceso normal del organismo que genera más energía “para afrontar diversas contingencias de la vida y que nos ayuda a sobrevivir y desarrollarnos”, del estrés reiterado o crónico que es el que perjudica la salud.

Qué te iba a decir...
El estrés prolongado libera sustancias que intoxican partes del cerebro. Una de ellas es el hipocampo, “que viene a ser el ‘disco duro’ de memoria”, ilustra Cólica. En estas circunstancias, se hace difícil estudiar, retener y atender.

“Otro sector afectado es la corteza prefrontal y, por ello, disminuye la capacidad de concentración, de focalización de la atención y se altera la memoria de corto plazo, llamada ‘memoria de trabajo’”, apunta el médico. En este caso, el olvido pasa por cosas recientes, como por ejemplo, no recordar números de teléfono, nombres, direcciones o dónde se dejaron las llaves.

Cómo detectar
“El estrés es una condición que, por lo general, se instala de manera progresiva, con lo cual las personas se habitúan a condiciones de vida cada vez más exigentes y estas condiciones se naturalizan”, sostiene Mudra.

Habitualmente se reconocen los síntomas de agotamiento cuando son lo suficientemente intensos como para llamar la atención.

“Una persona se da cuenta de que está estresada cuando, de manera recurrente, percibe que está agotada; que no le alcanzan las horas de descanso; se siente irritada; pierde el interés por vincularse con otras personas o por desarrollar actividades extralaborales; no consigue organizar sus actividades; su día necesita 24 horas más; no puede parar de pensar en su trabajo o sueña con él; las actividades cotidianas requieren cada vez más esfuerzo; se siente desmotivada, desinteresada, abúlica; que no puede concentrarse en una tarea por vez, etcétera”, describe Mudra. Pero hay pistas para prevenir el estrés y mantener en buen estado la memoria. El primero, es tratar de ser menos exigentes con nosotros mismos.

Alto rendimiento
Los autoexigentes son aquellos individuos que todo lo encaran con nivel de excelencia (aunque no siempre sean conscientes de esto); buscan la perfección y ser los mejores en su dominio.

Este nivel de demanda propia, también se manifiesta en personas que “hacen mil cosas a la vez o que necesitarían un día de 48 horas para atender todo lo que se proponen”, señala Mudra.

El problema es que, para mantener tan alto nivel de rendimiento, según apunta el psicólogo “es necesario dejar de lado las necesidades, intereses y emociones personales, ya que interferirían demorando, interrumpiendo u obstaculizando los objetivos”.

De esta manera, se inician ciclos de deterioro personal, psicológicos y fisiológicos, que llevan a desarrollar un trastorno por estrés.

“Una manera de revertir este proceso consiste en aprender a incluirse uno mismo como variable de las decisiones que va tomando y asumir un rol protagónico en la propia vida. Se trata, simplemente, de respetar las necesidades y emociones que se vivencian en el momento presente y ajustar las expectativas y exigencias del día a la situación en la que uno se encuentra”, concluye.

Los 5 consejos

¿Es posible esquivar el estrés y cuidar la memoria? El especialista Pablo Cólica, director médico de la Asociación de Medicina del Estrés de Córdoba, elaboró cinco consejos con las ideas que resumen un modo saludable cómo encarar la vida cotidiana.

1) Calidad de vida. No significa “tener más cosas”, sino disfrutar de las cosas simples de la vida. No dejarse ganar por el consumismo, individualismo y competitividad de la sociedad. Perdonarse las equivocaciones y perdonar las de otros.

2) Realizar actividad física e intelectual. Cuidar la nutrición y controlar los otros factores de riesgo (hipertensión arterial, aumento de peso, colesterol y dislipemias, diabetes, etcétera) que configuran el “síndrome metabólico” y van a deteriorar el sistema circulatorio y pueden llevar a trastornos cerebrovasculares. En la mayoría de los casos, es el estrés prolongado el que desencadena el síndrome metabólico.

3) Fijar prioridades. Ordenar y organizar las actividades, sin superposiciones y evitando las urgencias con una adecuada planificación. Priorizar y cuidar siempre las relaciones afectivas. El trabajo debe ocupar siempre un tercer lugar, luego del cuidado de uno mismo y de las relaciones con nuestros afectos y terceros.

4) Curiosidad y aprendizaje. El cerebro se mantiene activo cuando la persona sigue interesada en conocer cada vez más cosas, informarse y mantener la actitud de seguir aprendiendo.

5) Apoyo social. Participar de actividades solidarias, grupos de estudio, viajes con contenido cultural, cine debate y actividades similares. Establecer relaciones más profundas que las relaciones “líquidas” de la cultura light que hoy predominan en la sociedad.


Larga vida a la memoria
El estrés y las autoexigencias ponen a prueba la salud y afectan nuestro “disco duro”. Pautas contra la alta presión.
15.03.2010
Josefina Edelstein (Especial)

Las vacaciones parecen cosa de un pasado remoto... No sólo eso; mucha gente ya vive con agobio el presente y todo lo que le queda por delante en el año. Pero antes de aceptar la situación como algo natural y sin remedio, es posible replantearse las actividades, los tiempos y objetivos, incluyéndose a uno mismo como variable, para que las circunstancias no nos pasen por encima.
En general, la sensación de agobio es producto del estrés, que se percibe como cansancio, fatiga, agotamiento e incluso, por reacciones desmedidas de ira, miedo o rechazo. Cuando el estrés es crónico, las personas pierden en forma progresiva su capacidad de rendimiento y una de las alertas típicas es la falla de la memoria.
El trabajo y el estudio son dos ámbitos en los que las exigencias se ven claramente y, por lo tanto, es allí donde se ubican las causas del estrés, aunque son varios los factores que pueden estresar y en esto es determinante el nivel de autoexigencia y el significado que se les otorgue a hechos puntuales.
Así, “ciertas situaciones particulares no tendrán mayor relevancia para algunos y resultarán críticas para otros”, explica el psicólogo Marcos Mudra.
Por lo tanto, según señala el médico Pablo Cólica, hay que diferenciar el estrés como proceso normal del organismo que genera más energía “para afrontar diversas contingencias de la vida y que nos ayuda a sobrevivir y desarrollarnos”, del estrés reiterado o crónico que es el que perjudica la salud.
Qué te iba a decir...
El estrés prolongado libera sustancias que intoxican partes del cerebro. Una de ellas es el hipocampo, “que viene a ser el ‘disco duro’ de memoria”, ilustra Cólica. En estas circunstancias, se hace difícil estudiar, retener y atender.
“Otro sector afectado es la corteza prefrontal y, por ello, disminuye la capacidad de concentración, de focalización de la atención y se altera la memoria de corto plazo, llamada ‘memoria de trabajo’”, apunta el médico. En este caso, el olvido pasa por cosas recientes, como por ejemplo, no recordar números de teléfono, nombres, direcciones o dónde se dejaron las llaves.
Cómo detectar
“El estrés es una condición que, por lo general, se instala de manera progresiva, con lo cual las personas se habitúan a condiciones de vida cada vez más exigentes y estas condiciones se naturalizan”, sostiene Mudra.
Habitualmente se reconocen los síntomas de agotamiento cuando son lo suficientemente intensos como para llamar la atención.
“Una persona se da cuenta de que está estresada cuando, de manera recurrente, percibe que está agotada; que no le alcanzan las horas de descanso; se siente irritada; pierde el interés por vincularse con otras personas o por desarrollar actividades extralaborales; no consigue organizar sus actividades; su día necesita 24 horas más; no puede parar de pensar en su trabajo o sueña con él; las actividades cotidianas requieren cada vez más esfuerzo; se siente desmotivada, desinteresada, abúlica; que no puede concentrarse en una tarea por vez, etcétera”, describe Mudra. Pero hay pistas para prevenir el estrés y mantener en buen estado la memoria. El primero, es tratar de ser menos exigentes con nosotros mismos.
Alto rendimiento 
Los autoexigentes son aquellos individuos que todo lo encaran con nivel de excelencia (aunque no siempre sean conscientes de esto); buscan la perfección y ser los mejores en su dominio.
Este nivel de demanda propia, también se manifiesta en personas que “hacen mil cosas a la vez o que necesitarían un día de 48 horas para atender todo lo que se proponen”, señala Mudra.
El problema es que, para mantener tan alto nivel de rendimiento, según apunta el psicólogo “es necesario dejar de lado las necesidades, intereses y emociones personales, ya que interferirían demorando, interrumpiendo u obstaculizando los objetivos”.
De esta manera, se inician ciclos de deterioro personal, psicológicos y fisiológicos, que llevan a desarrollar un trastorno por estrés.
“Una manera de revertir este proceso consiste en aprender a incluirse uno mismo como variable de las decisiones que va tomando y asumir un rol protagónico en la propia vida. Se trata, simplemente, de respetar las necesidades y emociones que se vivencian en el momento presente y ajustar las expectativas y exigencias del día a la situación en la que uno se encuentra”, concluye.
Los 5 consejos

¿Es posible esquivar el estrés y cuidar la memoria? El especialista Pablo Cólica, director médico de la Asociación de Medicina del Estrés de Córdoba, elaboró cinco consejos con las ideas que resumen un modo saludable cómo encarar la vida cotidiana.
1) Calidad de vida. No significa “tener más cosas”, sino disfrutar de las cosas simples de la vida. No dejarse ganar por el consumismo, individualismo y competitividad de la sociedad. Perdonarse las equivocaciones y perdonar las de otros.
2) Realizar actividad física e intelectual. Cuidar la nutrición y controlar los otros factores de riesgo (hipertensión arterial, aumento de peso, colesterol y dislipemias, diabetes, etcétera) que configuran el “síndrome metabólico” y van a deteriorar el sistema circulatorio y pueden llevar a trastornos cerebrovasculares. En la mayoría de los casos, es el estrés prolongado el que desencadena el síndrome metabólico.
3) Fijar prioridades. Ordenar y organizar las actividades, sin superposiciones y evitando las urgencias con una adecuada planificación. Priorizar y cuidar siempre las relaciones afectivas. El trabajo debe ocupar siempre un tercer lugar, luego del cuidado de uno mismo y de las relaciones con nuestros afectos y terceros.
4) Curiosidad y aprendizaje. El cerebro se mantiene activo cuando la persona sigue interesada en conocer cada vez más cosas, informarse y mantener la actitud de seguir aprendiendo.
5) Apoyo social. Participar de actividades solidarias, grupos de estudio, viajes con contenido cultural, cine debate y actividades similares. Establecer relaciones más profundas que las relaciones “líquidas” de la cultura light que hoy predominan en la sociedad.

Fuente La voz del Interior
http://vos.lavoz.com.ar/?q=content/larga-vida-la-memoria-0

martes, 2 de febrero de 2010

VACACIONES IDEALIZADAS Nota publicada en diario la Voz del Interior

Fuente: nota publicada por el periódico LA VOZ DEL INTERIOR – SUPLEMENTO VOS – el 12/1/2010

NICOLAS GARCIA GALVAN
Médico psiquiatra – MP 23723/7 Certificado de especialista 10545
Miembro de Tranqui Salud
Ex médico psiquiatra del Hospital Neuropsiquiátrico Provincial Córdoba y del servicio de psiquiatría del Hospital Privado.


VACACIONES IDEALIZADAS

En el proceso de idealización de las vacaciones confluyen modelos culturales que nos afectan
fuertemente en este tiempo; cada vez son más los requisitos que se deben
cumplir para parecerse a dichos modelos, las más de las veces, foráneos.
Si en nuestra cultura asociamos vacacionar al hecho de viajar a un destino,
tat vez exótico y lejano -con toda la adaptación necesaria para tal actividad en dicho proceso- la persona puede exponerse a un sinnúmero de factores de estrés biológico, que van desde el cambio de ritmos circadianos hasta el choque o enfrentamiento cultural. La
idealización de la vacación como viaje está relacionada a un modelo cultural que vincula la vacación con turismo, y es de advertir que ambos conceptos no son sinónimos, ni deben confundirse, pues no significan ni suponen lo mismo. En rigor, puede haber vacación sin turismo; por to que es práctico que la persona pueda separar estos dos aspectos para poder disfrutar de ellos, en caso de haber decidido llevarlos a cabo en conjunto.
Vacacionar significa "dejar de trabajar", o en términos más sencillos, "disminuir las obligaciones a un mínimo necesario". Esto es: llevar un ritmo diario más tento, dormir más, comer mejor, disminuir los estimulantes y practicar actividad física liviana.
La necesidad de muchos de encajar en un modelo cultural los lleva a ciertos excesos relacionados con dietas, bronceados, actividad física, que los conduce a negar los límites humanos de lo posibie. En este sentido, evitar ser parte (o intentar serlo) de un estereotipo o modelo es una práctica que evita frustraciones, conflictos y, muchas veces, hasta lesiones.
Las actividades de esparcimiento o diversión, deben ser efectiva y literalmente de esparcimiento o diversión. Cuando usted sienta que no está disfrutando de aquello que debería resultarle divertido, agradable o relajado, deténgase, recuéstese y retoce; busque la placidez, trate de realizar acciones no planificadas, rompa con ciertas rutinas, cambie de contexto, de actividad y de humor.

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PARA CAMBIAR DE RITMO

Si dormís menos de siete horas por noche y tu ritmo de actividad diaria es alto, seguí estos consejos 10 días antes de tomarte vacaciones:
. Tratá de incrementar media hora más por día tus horas de sueño. Si es posible, dormí una siesta de 20 a 40 minutos.
. lntentá hacer pausas durante el día con pequeños paseos.
. Disminur el consumo de café y tabaco.
. Realizá caminatas de 5 minutos para despejarte.
. Si nada de esto es posible, hacé micropausas de un minuto durante la jornada, contemplando atgún elemento neutro (por caso, una pecera, una fuente, una planta).
. Comé más lento.
. Tratá de no llevar celular o usá un número al que tengan acceso sólo tus famillares. No lleves el celular del trabajo, y si no podés evitarlo, cambia el timbre.
. Si vas a conducir, hacelo tranquilo, que tu viaje sea un paseo y evitá las carreras.